martes, 23 de septiembre de 2008

Una aproximación a las bases teóricas del sociodrama



Por Ángel Alberto Morillo

Primeramente debemos partir de un principio básico, manifestado por quienes tienen el teatro como medio de vida y sustento: la vida es un drama. Asípues que al hablar de lo que es y significa el sociodrama como herramienta educativa para la socialización de saberes, hay que tomar en cuenta que el humano y humana son histriónicos por naturaleza, de allí que esta estrategia es poderosísima a la hora de hacer catarsis o para buscar la resolución de conflictos.


La palabra drama en sí tiene significados connotativos diversos, no obstante, usando términos taxativos que nos lleven a una definición por decir exacta, el diccionario de la Real Academia Española (2008), tiene las siguientes acepciones:


1. m. Obra perteneciente a la poesía dramática.

2. m. Obra de teatro o de cine en que prevalecen acciones y situaciones tensas y pasiones conflictivas.

3. m. Suceso de la vida real, capaz de interesar y conmover vivamente.

Y en efecto, desde que el mundo es mundo el hombre y la mujer sehan inclinado por dar respuestas a las situaciones de la vida. Pero la forma más “didáctica” y sistematizada habida en la antigüedad se da en Grecia con las representaciones teatrales, conocido también como el género dramático, dividido en tres grandes variantes: tragedia, comedia y drama. La tragedia fue un plato fuerte que por su carácter humano, cruel, agónico, lúgubre, caló en el pueblo y plasmó situaciones reales que conmovían a la gente y se hicieron inmortales, tal es el caso de la obra Edipo Rey, de Sófocles, que dio aportes impensados a la modernidad como es en el caso de la psicología. La comedia es un género que se caracterizó por hacer burla especialmente a altos funcionarios del gobierno o a la misma gente, fue y es una forma particular de dar sentido y denunciar los problemas que nos sacuden; obras como las de Bertold Brech son grandes ejemplos que actualmente cobran vida. Finalmente el drama a “diferencia de las formas anteriores, el drama no tiene un carácter definido, sino que en él se combinan indistintamente aspectos trágicos y cómicos. Esto se debe a que el drama pretende representar la vida tal cual es, razón por la cual, tiende a tratar los asuntos de forma menos rígida que la tragedia y la comedia.” (www.memo.com.co, 2008).

De hecho, yendo más allá del tiempo, tribus ancestrales usaban la representación corporal alrededor del fuego, o en medio de la lluvia, para manifestar su agradecimiento o aprobación a los dioses, por ello, que el hecho histriónico en la humanidad es inmanente a su origen y primeras manifestaciones culturales.

El maestro don Simón Rodríguez, gran promotor en Latinoamérica de la educación popular, con frases como inventamos o erramos, confería autoridad al hecho de la estrategia grupal o al hecho creativo del aprendizaje, promoviendo con ello la participación activa del estudiante o pupilo. Asimismo los aportes teóricos de maestros como Jhon Dewey, Cèlestine Freinet y Paulo Freire insisten en la necesidad de promover el hacer como eje fundamental de la formación, teniendo todos un objetivo en común: la creatividad. Los enfoques sociológicos de estos autores fueron profundos y de alto valor para el gran acervo de la educación popular que sienta sus bases en el constructivismo como teoría cercana a la democratización plena de cada individuo y con ello su ejercicio pleno de libertad.

Sociedad y drama, unidas como vocablo, acrónimo en esencia, obvia su derivación lexical, lleva a planos semánticos hartos profundos, que sin duda dan origen etimológico al término. Sin embargo, apenas el sociodrama es parte de una macro estructura que sienta sus bases en las técnicas grupales para la construcción de la educación popular como forma genuina de construcción de saberes.


A sabiendas de que la diversidad de técnicas grupales dentro de la educación popular es ingente, el sociodrama es una herramienta tremendamente poderosa porque acerca situaciones reales y permite la socialización plena de varios individuos para la búsqueda de soluciones a problemas. En este sentido, Mora y Gamboa (2006) explican que “Los sociodramas en general se usan para presentar situaciones problemáticas, ideas cruzadas, actuaciones contradictorias, para luego suscitar la discusión y la profundización del tema, sirve para explorar los acontecimientos sociales; desarrollar una mayor comprensión entre los grupos y los individuos; solucionar problemas y favorecer la toma de decisiones.”

Igualmente Mora y Gamboa (2006) prosiguen: “Los sociodramas también pueden ser representaciones teatrales breves con temáticas pertinentes a los participantes en una charla, conferencia u otra actividad y que tiene como objetivo demostrar las situaciones donde ellos se podrían ver involucrados: riesgos laborales, problemas sanitarios, conflictos familiares, vecinales, contenidos educacionales, etc.”

Por ello, como herramienta aplicable a grupos intensos, verbigracia, convictos, estudiantes rebeldes, adictos, entre otros, el sociodrama abre las puertas de la realidad para desnudarse y ver el mundo desde una perspectiva viva, que den claves a los grupos de apoyo o de formación con la finalidad de recrear nuevos elementos generadores de situaciones positivas o deseadas.

De allí que el sociodrama toque también los linderos de la psicología y por ende del arte terapia, que tiene a su forma más afín en el psicodrama, cuyo objetivo es netamente terapéutico. Esto no quiere decir que un sociodrama, por la naturaleza del contexto, pueda convertirse en un psicodrama o vicerversa, pues sus objetivos, indistintamente de su aplicación, son la reconstrucción de alternativas que permitan superar tanto crisis individuales como grupales.

Operativamente el sociodrama necesita de la orientación del facilitador, quien en todo momento guia y reorienta al grupo, no debe incidir en las decisiones del grupo, tan sólo mostrar claves, distender situaciones conflictivas y motivar al logro y participación.

En este sentido, en www.cev.org.ve (2008), consideran pertinentes para que se dé un sociodrama aspectos como:

1. Una situación relativa al tema tratado.

2. Un escenario: el espacio en el que se realizará la

dramatización.

3. Los personajes o actores: se piden voluntarios en el grupo para personificar los papeles.

Finalmente Mora y Gamboa (2006) precisan: “Esta técnica es dinámica y alegre, útil para empezar a estudiar un tema, como diagnóstico, o para ver qué conocemos de un tema. También es útil para finalizar el estudio de un tema como conclusión o síntesis de él. Posibilita acercarse y conocer la realidad de los participantes, en cierta medida es proyectivo”.

Fuentes:

Rae.es, 2008.

memo.com.co, 2008

cev.org.ve (2008),

Freire, Paulo, “Pedagogía del oprimido”, Brasil, 1979.

Mora, Jamileth: “Desarrollo de competencias investigativas en educación”, España, 2006.

Testimonio dramaturgo Freddy Marín, 2008.

sábado, 20 de septiembre de 2008

La Ratificación

PRIMERA PARTE: EL NIDO

Autor: Ángel Alberto Morillo

Un bus…

Éramos seis los que íbamos en el asiento trasero gritando groserías por la ventana mientras que el conductor, sin mirar a los lados, trepidaba por las aceras, olvidando los frenos, con la bocina endemoniada, porque el fiscal lo esperaba con aire inquisidor en la esquina de El Chepu.

Un grito escapado de un tumulto de caras borrosas, llenas de sudores infernales, anunció la muerte de El Chepú, según, lo encontraron robando en una panadería helado de chocolate.

- Sí, estaba con los Chamos de los güecos.

- Pero cómo lo mataron.

- Con un chopo casero.

El Chepu era un chamo del barrio, juguetón, gordito como un bollito de carne, cabellos encrespados, voz nasal y le faltaba un diente que perdió jugando pelotica de goma. Una tarde mientras el sol caía rendido, apagando ya los sones de su concierto termal, El Chompa bateó la pelotica de goma cerrando el puño. Yo en segunda base esperaba un roling bajito… el batazo fue un hilo mortecino de orina. Me dio mucho coraje, quería partirle la cabeza con una piedra, le eché mil maldiciones, pero mis berrinches y befas llamaron en absoluto su atención. El juego continuó. El Ale bateó y la pelotica chocó contra la piedra que dejé como segunda base, El Chepu era short Stop y saltó tan alto que las dos paletas de su boca estillaron como vidrios cuando tocaron el suelo: ahí vino el baño de sangre. La madre salió descalza, maloliente, vulgar, airada, a gritarnos tamañas palabras; luego de sus escenas dramáticas y violentas lo llevó con los médicos cubanos. Estos le hicieron de todo para repararle los dientes, pero era caso perdido… al otro día jugábamos nuevamente.

- El que pelea por muchachos sale cagao, decía la mamá de El Chepu.

No entendí nunca por qué murió así este chamo tan cartelúo y buena gente como solían llamarlo los muchachos de la esquina, sin embargo, no me importó. Seguí con mi festín de gritos y algarabía, que de tantas palabras, dos eran decentes.

A esa hora de la mañana el calor era capaz de hervir el agua y producir en el instante tortillas de huevo; las bocinas, la gente apiñada, el semáforo a medio andar, las múltiples paradas, colmaban mi paciencia. El Niño, un compañero de clase, flaco como un Cristo de lata, con la cara de queso, tenía mal aliento de bonice.

- Llamá al bonice, llamalo.

- Bonice, bonice.

Al rato nos manchamos hasta el cansancio las franelas con de bonice de uva. La gente nos miraba con furia, hastiada de nuestro bochinche y gritos, la guachafa en el bus era tremenda, el Niño hacía gestos y se echaba peos, el Chompa estaba escupiendo a la gente que caminaba por las aceras y yo celebraba las morisquetas y actos. El conductor por el retrovisor, con su mirada lobuna nos dijo de todo, no le prestamos atención.

El Pollo, el más flaco de todos, haciendo los mil y un gestos, medio en broma, medio en serio, me dijo que Tortuga prehistórica salió preñada de El Chompa, que el Papa, `padre de Tortuga prehistórica, no sabía nada y segurito que los iban a casar.

- Y no es nada, chamo, a El Chompa ya no le gusta la Kellys porque tiene estrías en el culo.

Kellys, bonita, tonta y absorta. Todos los muchachos y muchachas del colegio le decían Tortuga prehistórica, pues la joroba formada, le hacía meter la cabeza y mirar sin rumbo; sus ojos estaban perdidos, no sé si por las lombrices o por los kilos de pastillas anticonceptivas que sus amigas le hacían beber.

Ese día ella habló con El Chompa, le dijo que tenía un mes que no le venía la regla y que siempre se la pasaba vomitando y mareada. Tenía miedo, pues a sus catorce años, sin estudios, sin dinero y sin madre en quien confiar y respetar de seguro terminaría como puta.

- Ah no, dudalo. Vos estáis es loca si pensáis que me voy a vivir con vos. ¿Qué te cuesta abortar, muchacha del diablo? La Kathe lo hizo.

- Chao mi amor, te amo, dijo Kellys, confundida y triste.

El Chompa ni la miró ni besó.

- Tiene muchas estrías en el culo, le dijo al Pollo.

- En serio, tan buena que se ve.

- Pa que vos veáis; la vez que estuvimos me hizo poner el condón. No se menea.

- En serio, y tanto que se menea bailando reggaetón.

- Pa que vos veáis. En cambio, Rebeca, la cerebrita, la que parece tímida, me dijo Luisito que se menea como una diabla.

Yo sí vi al Pollo y a El Chompa raros ese día. Cada vez que El Chompa anda preocupado o molesto hace diabluras. Recuerdo la vez cuando la profesora de matemática lo llevó a reparación, nada más que a El Chompa se le ocurrió la magistral idea de lanzar al salón de noveno “A” un condón… Pero usado y con esperma. Esa semana estuvimos expulsados, hasta que la fiscal de ministerio y de los derechos de los niños, niñas y adolescentes intercedió por nosotros ante el director, incluso lo obligó a que nos ingresara al colegio. Nuestras madres apenadas y agradecidas con el director y la fiscal juraron ponernos disciplina, que no duró más de veinticuatro horas luego que entre nosotros acordamos gritarlas y pegarles a nuestros hermanitos. El plan no falló, nuestras madres cedieron y nos dieron dinero para que nos largáramos para la calle. Desde ese momento, supimos que seríamos los amos del colegio: rayamos las paredes, rompimos los carros de los profesores, tuvimos relaciones sexuales en los baños, rompimos pupitres, fumamos frente a la dirección, llevamos armas.

Cuando nos montamos en el bus, la gente no cabía, cada quien a empujones se metía. Malos olores. Los seis nos sentamos atrás luego de levantar a patadas a unos de séptimo grado. Nixon, el más gordito de nosotros, amenazó con sentarse encima de ellos. Los carajitos ni lo pensaron, se pararon como pudieron.

- Coño Nixon, tu eres mi héroe, mi hombre, dijo con tono afeminado el Ale.

- Ay marisco.

- Chamo, trata la seriedad, le dije.

Esa mañana pensábamos ir al ciber a ver unas páginas pornográficas, de las que Ale había craqueado unos códigos. Yo no le creí, el Pollo tampoco, pero El Niño y El Chompa estaban tan emocionados y ansiosos de ver aquello, que nos convencieron con unos argumentos que ni ellos mismos entendían: “Claro, chamo, porque el código fuente es copiado con el programa AVI 13 XP, luego desencriptas las claves y zuás entrai en la página”.

- ¿Desencripta?, pregunté.

- Le borras el código, no sé, no te pide clave.

Íbamos con bulla en el bus, dándonos golpes, patadas, cuando alguien gritó:

- Mataron al Chepu en la panadería.

- Cuándo, preguntamos.

- Esta mañana.

- Quiénes.

- No se sabe.

Se lo dijimos la noche anterior.

Pero eso no importó. Ale, con sus gestos raros y su voz afeminada, sí me decía que era extraño que El Chepu no estuviera con nosotros. Al rato el Nixon, pelo enrollado y nariz grande, cara llena de pelotas, entró con el Pollo. El Chompa se nos unió luego.

- Como que sí, afirmó el Pollo

- ¿El te dijo?, preguntó Ale.

- No directamente, pero por lo que vi.

No terminada la mañana, en el bus nos enteramos de lo ocurrido con nuestro amigo, si es que lo puedo llamar así. Los nervios nos comían las gargantas, nos dolía el estómago, sudábamos frío, nos echábamos encima bonice como para ocultar el pavor. Claro, ninguno por orgullo demostramos miedo, al contrario, disimulamos, no le dimos importancia al suceso.

El bus nos llevó a gran velocidad, los seis queríamos bajarnos en la esquina de El Chepu para ver su cuerpo moreno y cabello negro, ahora no quemado por el Sol, sino por el fuego a quemarropa de unas balas de chopo casero.


¿Por qué Supercastellania?

Un trueno y una nube... Las letras llueven, inundan nuestra mente para decirnos quiénes somos y qué hacer... La letra, el signo, presente como el aire, nos toma de la mano para indicarnos el camino.

Eso somos, un microcosmos de curiosidades y beldades infinitas que el idioma español presenta en sus infinitas potencialidades, he aquí el espacio para dar y buscar, para hablar e intercambia, para escribir y leer, para conocer y enseñar.

En Supercastellania, ojo, no todos los que están son ni todos los que son están, así que depende del momento, las hormonas, la musa, la suerte, de nosotros el uso, goce y disfrute de un espacio, propiedad de todos, comunes como los rayos del Sol, comunes como una A.