martes, 27 de julio de 2010

Notículas de español

De Tito Balza Santaella

En los ambientes políticos, ejecutivos y comunicacionales de nuestra sociedad, se está haciendo común el uso del adjetivo puntual con el extraño significado de específico, concreto o definido. Así se oye: El Presidente enfocó los aspectos puntuales del problema, Ésta es una cuestión puntual, No hablemos de generalidades, vayamos a lo puntual.

         Puntual es un viejo adjetivo de la lengua, documentado desde antes del siglo XIII, tanto en textos literarios como en registros de vocabulario. Proviene del latín punctum e hizo su entrada en el caudal del castellano simultáneamente con el sustantivo punto. No es un real derivado de punto y, por eso, no acoge totalmente la extensa y variada carga semántica que este sustantivo cubre. Téngase presente que el DRAE-2001 le asigna a punto más de 47 acepciones fundamentales, amén de todo el cuadro de aplicaciones circunstanciales.
         
Nada tiene que ver puntual, por ejemplo, con significaciones básicas de punto, como sitio y lugar, el asunto o la materia de que se trata en un discurso; sino que aparece en el siglo XII con la acepción de ‘pronto, diligente, exacto en hacer las cosas a su tiempo’; desde el siglo XVI, se aproxima a ‘indubitable, que hace las cosas a tiempo’; y desde el siglo XVIII, se identifica con ‘conforme, conveniente, adecuado’. Su cuadro sinonímico, pues, se contrae a: preciso, matemático, exacto, pertinente, regular, formal, asiduo, estricto, metódico, etc.
       
  La preocupación por este desvío significativo, arriba planteado,  interesa ya a los estudiosos de la lengua en España. El Libro de Estilo del gran diario El País de Madrid, séptima edición, octubre de 1990, pág. 346, recomienda a sus redactores: “Se suele hablar de propuestas o aspectos puntuales, en lugar de citar aspectos concretos. Esa acepción de puntual no es castellana”; y, por su parte, Fernando Corripio en su Diccionario de dudas e incorrecciones del idioma, México, 1988, pág. 450, opina: “Cuestión puntual, es incorrecto. Dígase: cuestión pertinente o particular”.

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         Es error común escribir ingerencia con -g-. Los que así lo hacen creen que esta palabra se deriva de ingerir o que tiene algo que ver con gerencia. Ingerir proviene del latín ingerere, significa ‘introducir por la boca la comida, bebida o medicamentos’ y da como derivados sustantivos ingestión e ingesta. Gerente es un sustantivo del género común que significa: ’Persona que dirige los negocios y lleva la firma en una sociedad o empresa , con arreglo a su constitución’. Mientras que injerencia se escribe con -j-, porque viene del verbo injerirse, latín inserere, cuya cuarta acepción, que es la que aquí  interesa, es ‘entremeterse, introducirse en una dependencia o negocio’. Se habla bien cuando se dice: No tuvo ninguna injerencia en ese asunto, La injerencia del general complicó la situación.

jueves, 15 de julio de 2010

Entrevista a Tito Balza Santaella: "La literatura zuliana debe superar el parroquianismo y abrirse a las grandes corrientes de la intelectualidad"


Texto: Ángel Alberto Morillo
Educación, periodismo y cultura, definirían con exactitud a este egregio maestro, quien con tesón y empeño se ha ganado un puesto en las páginas de la historia literaria del estado Zulia. Su lucha por el buen uso de lengua española ha sido incansable: decenas de libros, centenares de escritos, talleres formativos, diseño de un Diccionario Múltiple de la Lengua, participación en diversos programas de radio y televisión, columnas en reconocidos periódicos, conferenciante, miembro directivo de la asociación de escritores y Acervo histórico del estado Zulia, doctor honoris causa de la Universidad del Zulia, le han dado los suficientes méritos  para formar parte de la Academia Venezolana de la lengua en calidad de miembro de número.
El llano lo trajo al mundo… Zaraza, un pueblo del estado Guárico, fue su cuna; pero, desde 1957, Maracaibo le abrió sus puertas para sembrar su corazón en la tierra de Baralt, Udón, Elías y Urdaneta. El Instituto Pedagógico de Caracas lo “ordenó” en la especialidad de castellano, literatura y latín. Desde entonces ha hecho su apostolado, principalmente, en la educación y en medios de comunicación regionales como nacionales.
AAM: ¿De dónde surge la iniciativa por dedicarse a la  defensa de la lengua española?
TBS: Primero, por la formación que me dieron mis maestros. En primaria, don Juan Manuel Coa, un hombre muy versado en gramática. En el Pedagógico de Caracas recibí la cercana influencia de dos grandes filólogos: Don Ángel Rosenblat y el padre Pedro Pablo Barnola, además de la fraterna amistad con Alexis Márquez Rodríguez. Estoy convencido de que contribuir, aunque sea en mínimo grado, a la conservación de nuestro idioma es una de las tareas más nobles a que puede dedicar sus afanes un intelectual.


AAM: ¿Cuál ha sido la clave de su éxito?
TBS: Si es que algún éxito he tenido, ha sido desde luego por la perseverancia, la humildad, el estudio constante y el deseo de ser útil a mis alumnos y a los hablantes de nuestro español. La conciencia de que el castellano es uno de los vehículos comunicacionales más poderosos, extendido por cuatro continentes y hablado por 450 millones de seres, y que, por lo tanto, es necesario que preservemos su unidad, su adecuado uso con propiedad y corrección. El convencimiento de que el maestro no debe permitir que sus palabras y sus enseñanzas se evaporen en las cuatro paredes de las aulas, sino que perduren en la noble forma del libro y se extiendan en el tiempo.
AAM: La Academia Venezolana de la Lengua lo incluyó como miembro activo, ¿puede describir cómo se dio ese proceso de admisión?
TBS: Inicialmente fue una petición de la Asociación de Escritores del Zulia, presidida en ese momento por el poeta Manuel Martínez Acuña. Se dio luego un proceso de observación y evaluación  de mi obra y luego fui formalmente propuesto por cuatro académicos de gran prestigio: Héctor Pedreáñez Trejo, Alexis Márquez Rodríguez, Manuel Bermúdez y Francisco Javier Pérez. A ellos les estaré siempre agradecido. Represento al estado Zulia en esa docta institución. Procuro hacerlo con la mayor dignidad.
Los tiempos cambian. El reloj se detiene, y para muchos intelectuales de la generación de Tito Balza, la tecnología, tan necesaria al mundo moderno, se convierte en un óbice. Sin embargo, el correo electrónico y los blogs se han aliado a su batalla emancipadora por la defensa del idioma.
AAM: Ante el auge de las nuevas tecnologías, ¿cuáles son los desafíos de los escritores y escritoras de cara al surgimiento de la llamada literatura digital o ciberliteratura?
TBS: Mucho se habla de la desaparición del libro, sustituido por estas formas novedosas de la tecnología. No creo que habrá una sustitución sino una coexistencia. Quizás mi opinión se deba a que pertenezco a la cultura del libro escrito, del libro de papel. Para mí, jamás es igual leer un texto en la placa brillante del computador, que el contacto físico y tierno con el libro. El término libro viene del latín liber, ‘árbol, interior de la corteza de los vegetales, película’, porque fue ésta la primera materia utilizada por los antiguos para escribir. Como bien se ve -aunque se utilizaron, luego, diferentes materiales-, su génesis más remota está ligada al árbol, y del árbol tomó las características esenciales. Permítame decir aquí lo que en una de mis conferencias dije: “Como el árbol, es el mejor y más útil compañero del hombre. Si el árbol cuida, generoso y humilde, de la existencia física del hombre, él, humilde y generoso, fortalece su vida interior, su riqueza espiritual; si el árbol nos da cobijo, sombra y solaz, él refresca y endulza nuestras horas de solaz y meditación; si el árbol alimenta nuestro cuerpo, él alimenta nuestra mente, la nutre y fortalece; si el árbol es el amigo silencioso al que siempre podemos echar mano y sólo nos pide, cuando más, la dádiva fresca del riego, él, paciente y silencioso, nos espera siempre en la quietud de los anaqueles y sólo nos pide la caricia de la mano que descorra sus páginas, el brillo de unos ojos que recorra sus intrincados caminos de líneas paralelas, como si las regara de luz.” Lo que el escritor no debe hacer es negarse al paso del tiempo ni desaprovechar las variadas formas que la tecnología ofrece.
AAM: El uso de nuevas tecnologías, las conversaciones en línea, en fin, la explosión informativa generada desde todos los flancos a través de Internet ha producido, ciertamente, una evolución o readaptación del idioma español, ¿hasta qué punto este proceso es positivo o no? ¿Realmente se ha decretado la muerte de idioma o, al contrario, renacimiento del idioma?
TBS: Desde luego, debe ser motivo de preocupación la serie de incorrecciones, de errores ortográficos, de abreviaturas arbitrarias, de violencia contra la sintaxis, que estas modernas formas comunicacionales producen en el chateo, en los mensajes televisivos; pero no debemos desesperarnos ni escandalizarnos. La historia misma de la lengua nos tranquiliza. Ella siempre se adapta, asimila y somete los desvíos a su psicología, estructura y normativa. Sí debemos plantear con toda claridad y firmeza que los padres, maestros y orientadores lingüísticos tenemos una gran responsabilidad y jugamos un papel fundamental: Si enseñamos bien el español, si formamos bien a nuestros hijos y alumnos, a una persona buena conocedora de su lengua, difícilmente alguien podrá desviársela o contaminársela; por el contrario, al ignorante cualquiera se la cambia y lo peor es que ni cuenta se da de que se la han cambiado.
Durante años capitaneó la dirección de la Asociación de Escritores y apoyó al Círculo Literario Juvenil. En antaño el movimiento literario zuliano fue muy prolífico, Apocalipsis, A 40 º Bajo Sombra, pero ahora…
AAM: ¿Considera que el movimiento literario juvenil zuliano ha mermado? ¿Por qué?
TBS: Sin duda. Pareciera que ahora hay menos preocupación en la juventud por la literatura, la lectura y las artes, en general. Creo que la causa  de esto está en lo planteado en la pregunta anterior: Menos seriedad, disciplina y profundidad en la enseñanza y el estudio de la lengua, por una parte, y, por la otra, el deslumbramiento y la alienación de los jóvenes ante los atractivos de la absorbente tecnología. De nuevo aquí debe estar la labor paciente de los educadores y la actitud generosa de los intelectuales mayores para atraer, entusiasmar y guiar a las nuevas generaciones hacia los senderos de la literatura, de la poesía y, en general, de las artes: Deben fundarse clubes, sesiones de lectura, concursos juveniles…
AAM: Se dice que detrás de la desaparición de algunos movimientos literarios zulianos, verbigracia, Apocalipsis, se ha cernido un hálito oscuro y misterioso signado por suicidios, muertes en extrañas circunstancias, ¿cuál sería su interpretación ante estos sucesos inexplicables?
TBS: Es cierto que un destino trágico  ha signado la vida de entrañables amigos pertenecientes, fundamentalmente, al Grupo Apocalipsis: Laurencio Sánchez Palomares, Alfredo Áñez Medina, Atilio Storey Ríchardson, Miyó Vestrini, César David Rincón. No me gusta opinar sobre la vida personal, y menos, como en este caso se trata, de personas desaparecidas, con algunas de las cuales tuve amistad fraterna. No creo en fatalismos ni soy supersticioso. Me parece que esos espíritus tan selectos cultivaron con mucho entusiasmo el surrealismo y las corrientes vanguardistas, se empaparon de las lecturas de Lautremont, Apollinaire, Rimbaud, Pound, Saint-John Perse y otros, desarrollaron una hipersensibilidad que los incapacitó para actuar acompasadamente con el duro y oscuro mundo pragmático de la actual sociedad venezolana.
AAM: ¿Cuál es la concepción filosófica y ontológica que, a su criterio, debería tener la literatura zuliana, venezolana y latinoamericana?
TBS: Uno de los problemas que conforman los grandes conglomerados humanos, económica y socialmente autosuficientes es la tendencia al aislamiento. La literatura zuliana debe superar el parroquianismo y abrirse a las grandes corrientes de la intelectualidad y la filosofía universales. La literatura que se cultive en Latinoamérica además de aspirar a la más alta calidad debe ser responsable y solidaria con los grandes problemas de nuestros pueblos. El intelectual no debe ceder su obligado papel de guía  y orientador.
 AAM: Estamos frente a desafíos generados por la dinámica de la sociedad moderna latinoamericana y mundial, ¿cuál debería ser el papel de los escritores y escritoras?
TBS: Como ya lo he planteado debe aspirarse a la renovación, la interacción, la calidad y  la perfección para poder ser competitivos, sin olvidar la responsabilidad que, como intelectuales, tienen para con sus pueblos.

Entrevista a Tito Balza Santaella: "La literatura zuliana debe superar el parroquianismo y abrirse a las grandes corrientes de la intelectualidad"


Texto: Ángel Alberto Morillo
Educación, periodismo y cultura, definirían con exactitud a este egregio maestro, quien con tesón y empeño se ha ganado un puesto en las páginas de la historia literaria del estado Zulia. Su lucha por el buen uso de lengua española ha sido incansable: decenas de libros, centenares de escritos, talleres formativos, diseño de un Diccionario Múltiple de la Lengua, participación en diversos programas de radio y televisión, columnas en reconocidos periódicos, conferenciante, miembro directivo de la asociación de escritores y Acervo histórico del estado Zulia, doctor honoris causa de la Universidad del Zulia, le han dado los suficientes méritos  para formar parte de la Academia Venezolana de la lengua en calidad de miembro de número.
El llano lo trajo al mundo… Zaraza, un pueblo del estado Guárico, fue su cuna; pero, desde 1957, Maracaibo le abrió sus puertas para sembrar su corazón en la tierra de Baralt, Udón, Elías y Urdaneta. El Instituto Pedagógico de Caracas lo “ordenó” en la especialidad de castellano, literatura y latín. Desde entonces ha hecho su apostolado, principalmente, en la educación y en medios de comunicación regionales como nacionales.
AAM: ¿De dónde surge la iniciativa por dedicarse a la  defensa de la lengua española?
TBS: Primero, por la formación que me dieron mis maestros. En primaria, don Juan Manuel Coa, un hombre muy versado en gramática. En el Pedagógico de Caracas recibí la cercana influencia de dos grandes filólogos: Don Ángel Rosenblat y el padre Pedro Pablo Barnola, además de la fraterna amistad con Alexis Márquez Rodríguez. Estoy convencido de que contribuir, aunque sea en mínimo grado, a la conservación de nuestro idioma es una de las tareas más nobles a que puede dedicar sus afanes un intelectual.


AAM: ¿Cuál ha sido la clave de su éxito?
TBS: Si es que algún éxito he tenido, ha sido desde luego por la perseverancia, la humildad, el estudio constante y el deseo de ser útil a mis alumnos y a los hablantes de nuestro español. La conciencia de que el castellano es uno de los vehículos comunicacionales más poderosos, extendido por cuatro continentes y hablado por 450 millones de seres, y que, por lo tanto, es necesario que preservemos su unidad, su adecuado uso con propiedad y corrección. El convencimiento de que el maestro no debe permitir que sus palabras y sus enseñanzas se evaporen en las cuatro paredes de las aulas, sino que perduren en la noble forma del libro y se extiendan en el tiempo.
AAM: La Academia Venezolana de la Lengua lo incluyó como miembro activo, ¿puede describir cómo se dio ese proceso de admisión?
TBS: Inicialmente fue una petición de la Asociación de Escritores del Zulia, presidida en ese momento por el poeta Manuel Martínez Acuña. Se dio luego un proceso de observación y evaluación  de mi obra y luego fui formalmente propuesto por cuatro académicos de gran prestigio: Héctor Pedreáñez Trejo, Alexis Márquez Rodríguez, Manuel Bermúdez y Francisco Javier Pérez. A ellos les estaré siempre agradecido. Represento al estado Zulia en esa docta institución. Procuro hacerlo con la mayor dignidad.
Los tiempos cambian. El reloj se detiene, y para muchos intelectuales de la generación de Tito Balza, la tecnología, tan necesaria al mundo moderno, se convierte en un óbice. Sin embargo, el correo electrónico y los blogs se han aliado a su batalla emancipadora por la defensa del idioma.
AAM: Ante el auge de las nuevas tecnologías, ¿cuáles son los desafíos de los escritores y escritoras de cara al surgimiento de la llamada literatura digital o ciberliteratura?
TBS: Mucho se habla de la desaparición del libro, sustituido por estas formas novedosas de la tecnología. No creo que habrá una sustitución sino una coexistencia. Quizás mi opinión se deba a que pertenezco a la cultura del libro escrito, del libro de papel. Para mí, jamás es igual leer un texto en la placa brillante del computador, que el contacto físico y tierno con el libro. El término libro viene del latín liber, ‘árbol, interior de la corteza de los vegetales, película’, porque fue ésta la primera materia utilizada por los antiguos para escribir. Como bien se ve -aunque se utilizaron, luego, diferentes materiales-, su génesis más remota está ligada al árbol, y del árbol tomó las características esenciales. Permítame decir aquí lo que en una de mis conferencias dije: “Como el árbol, es el mejor y más útil compañero del hombre. Si el árbol cuida, generoso y humilde, de la existencia física del hombre, él, humilde y generoso, fortalece su vida interior, su riqueza espiritual; si el árbol nos da cobijo, sombra y solaz, él refresca y endulza nuestras horas de solaz y meditación; si el árbol alimenta nuestro cuerpo, él alimenta nuestra mente, la nutre y fortalece; si el árbol es el amigo silencioso al que siempre podemos echar mano y sólo nos pide, cuando más, la dádiva fresca del riego, él, paciente y silencioso, nos espera siempre en la quietud de los anaqueles y sólo nos pide la caricia de la mano que descorra sus páginas, el brillo de unos ojos que recorra sus intrincados caminos de líneas paralelas, como si las regara de luz.” Lo que el escritor no debe hacer es negarse al paso del tiempo ni desaprovechar las variadas formas que la tecnología ofrece.
AAM: El uso de nuevas tecnologías, las conversaciones en línea, en fin, la explosión informativa generada desde todos los flancos a través de Internet ha producido, ciertamente, una evolución o readaptación del idioma español, ¿hasta qué punto este proceso es positivo o no? ¿Realmente se ha decretado la muerte de idioma o, al contrario, renacimiento del idioma?
TBS: Desde luego, debe ser motivo de preocupación la serie de incorrecciones, de errores ortográficos, de abreviaturas arbitrarias, de violencia contra la sintaxis, que estas modernas formas comunicacionales producen en el chateo, en los mensajes televisivos; pero no debemos desesperarnos ni escandalizarnos. La historia misma de la lengua nos tranquiliza. Ella siempre se adapta, asimila y somete los desvíos a su psicología, estructura y normativa. Sí debemos plantear con toda claridad y firmeza que los padres, maestros y orientadores lingüísticos tenemos una gran responsabilidad y jugamos un papel fundamental: Si enseñamos bien el español, si formamos bien a nuestros hijos y alumnos, a una persona buena conocedora de su lengua, difícilmente alguien podrá desviársela o contaminársela; por el contrario, al ignorante cualquiera se la cambia y lo peor es que ni cuenta se da de que se la han cambiado.
Durante años capitaneó la dirección de la Asociación de Escritores y apoyó al Círculo Literario Juvenil. En antaño el movimiento literario zuliano fue muy prolífico, Apocalipsis, A 40 º Bajo Sombra, pero ahora…
AAM: ¿Considera que el movimiento literario juvenil zuliano ha mermado? ¿Por qué?
TBS: Sin duda. Pareciera que ahora hay menos preocupación en la juventud por la literatura, la lectura y las artes, en general. Creo que la causa  de esto está en lo planteado en la pregunta anterior: Menos seriedad, disciplina y profundidad en la enseñanza y el estudio de la lengua, por una parte, y, por la otra, el deslumbramiento y la alienación de los jóvenes ante los atractivos de la absorbente tecnología. De nuevo aquí debe estar la labor paciente de los educadores y la actitud generosa de los intelectuales mayores para atraer, entusiasmar y guiar a las nuevas generaciones hacia los senderos de la literatura, de la poesía y, en general, de las artes: Deben fundarse clubes, sesiones de lectura, concursos juveniles…
AAM: Se dice que detrás de la desaparición de algunos movimientos literarios zulianos, verbigracia, Apocalipsis, se ha cernido un hálito oscuro y misterioso signado por suicidios, muertes en extrañas circunstancias, ¿cuál sería su interpretación ante estos sucesos inexplicables?
TBS: Es cierto que un destino trágico  ha signado la vida de entrañables amigos pertenecientes, fundamentalmente, al Grupo Apocalipsis: Laurencio Sánchez Palomares, Alfredo Áñez Medina, Atilio Storey Ríchardson, Miyó Vestrini, César David Rincón. No me gusta opinar sobre la vida personal, y menos, como en este caso se trata, de personas desaparecidas, con algunas de las cuales tuve amistad fraterna. No creo en fatalismos ni soy supersticioso. Me parece que esos espíritus tan selectos cultivaron con mucho entusiasmo el surrealismo y las corrientes vanguardistas, se empaparon de las lecturas de Lautremont, Apollinaire, Rimbaud, Pound, Saint-John Perse y otros, desarrollaron una hipersensibilidad que los incapacitó para actuar acompasadamente con el duro y oscuro mundo pragmático de la actual sociedad venezolana.
AAM: ¿Cuál es la concepción filosófica y ontológica que, a su criterio, debería tener la literatura zuliana, venezolana y latinoamericana?
TBS: Uno de los problemas que conforman los grandes conglomerados humanos, económica y socialmente autosuficientes es la tendencia al aislamiento. La literatura zuliana debe superar el parroquianismo y abrirse a las grandes corrientes de la intelectualidad y la filosofía universales. La literatura que se cultive en Latinoamérica además de aspirar a la más alta calidad debe ser responsable y solidaria con los grandes problemas de nuestros pueblos. El intelectual no debe ceder su obligado papel de guía  y orientador.
 AAM: Estamos frente a desafíos generados por la dinámica de la sociedad moderna latinoamericana y mundial, ¿cuál debería ser el papel de los escritores y escritoras?
TBS: Como ya lo he planteado debe aspirarse a la renovación, la interacción, la calidad y  la perfección para poder ser competitivos, sin olvidar la responsabilidad que, como intelectuales, tienen para con sus pueblos.

miércoles, 14 de julio de 2010

El pulpo del Mundial

Obed Juan Vizcaíno Nájera.
Maracaibo – Venezuela.


Ay,
¿Quién tuviera un pulpo como ese del mundial?
Que diga si hay esperanza en el premio de su amor,
un octópodo que adivine si esta apuesta de amor,
la gano, la pierdo, la empato o me eliminan.
Con ocho patas quizás una me de esperanza,
y escriba con su tinta,
quién está en el tiro de esquina de su corazón.
Que pronostique si voy a las finales,
o si meteré aunque sea un solo gol.
si me sacaran tarjeta amarilla o roja,
o quizás me canten un faul.
Ya no aguanto esta angustia,
ni todos mis autogoles,
tan solo quiero un penalti,
o un tiro libre a la maya directo.
Que haya una mano bendita,
de esas que llaman la Mano de Dios,
que me ayude como a Maradona,
a llegar a su arco inalcanzable,
poder hacer ese tiro certero,
para ver si este año no la pierdo.
Llevarme su copa anhelada,
de su juego ser el campeón.
Ay Paulito,
quien pudiera en su porteria anotar,
un gol de gambeta o quizás de cabecita.
Me conformo con un tiro libre,
desde la media cancha y anotar,
si fallo que sea tiro de esquina,
para poder aunque sea cabecear,
y perforar su defensa y hacer mi anotación.
¿Quién tuviera un pulpo como ese del mundial?

lunes, 12 de julio de 2010

Un hombre de Dios con pasta de maestro... y comunicador (Entrevista a Obed Vizcaíno Nájera)

Texto: Ángel Alberto Morillo 


Obed Vizcaíno sencillamente es un hombre de Dios, humilde, dicharachero, afable, carismático, jovial y ocurrente. Más de la mitad de su vida la ha dedicado a la lucha por los empobrecidos y excluidos a través de su labor como pastor de la iglesia presbiteriana.

De los doce hermanos, es el séptimo, vaya que los números se ponen de su lado con aquello del significado esotérico teológico pues a decir verdad 12 fueron los apóstoles y en siete días Dios hizo al mundo.

Comunicador Social, egresado de la Universidad Católica Cecilio Acosta en el año 2002, donde actualmente es docente adscrito a la Facultad de Ciencias de la Comunicación. Igualmente es teólogo de la Universidad Bíblica Latinoamericana de Costa Rica (2004). Sin embargo, estas distinciones académicas no le quitan el sueño, su mayor tesoro es su familia compuesta por sus morochos y su esposa.

Desde muy tierna edad la poesía ha sido su pasión, de hecho, en el año 2009 fue merecedor de la mención honorífica del Concurso Mundial de poesía Andrés Bello y del turpial de bronce y Turpial de plata otorgado por la Sociedad Venezolana de Arte.

A través de sus versos nos habla, bailan letras, el silencio se marcha, Obed escribe:

No sé qué responder

En silencio…
El recuerdo prevalece sobre el olvido.
El tiempo que fue testigo
de sueños y deseos,
va borrando todas las estrellas,
que un día fueron guías de nuestros sentimientos.
Luces artificiales fueron acabando una a una,
con las estrellas que llenaban nuestro firmamento.

1. Su lucha por los derechos de los más necesitados, ¿cómo surge?

Surge en el contexto donde estoy ubicado, entre los más necesitados. Viví en un barrio, en un barrio que surge como todo barrio aquí en Maracaibo. Y lo único planificado de esos barrios es la invasión y desde pequeño me crié en ese barrio que surge de la necesidad de las personas de tener un techo propio. Es así como me crío en ese ambiente de lucha por la tierra, de la lucha por los servicios, la lucha por una vida mejor. Dice la palabra que de la tierra venimos, nos formamos de la tierra y ésta juega un papel importante. Es necesario tener un techo para que sea pertinente entonces vivir bien, vivir con tranquilidad, pensar mejor y comprometerse en la lucha.

2. ¿Qué es la teología de la liberación?

Es una expresión del pueblo, algunos lo quieren hacer como una expresión académica, alejada muchas veces de lo que es la realidad. Hoy hasta inclusive algunos que eran de izquierda y que ahora están identificados con la derecha quieren seguir hablando de teología de la liberación. Otros que son de derecha entonces han descubierto la teología de la liberación y lo que antes criticaban como malo ahora lo ven como algo bueno, pertinente para la lucha y hacen alarde de eso. Los que somos o nos sentimos teólogos de la liberación no lo decimos ni lo andamos pregonando ni andamos con un título en el pecho ni nos identificamos como tal, simplemente la teología de la liberación es vivir el Evangelio desde los pobres, que es la génesis de la misión de Jesús, pues él se encarnó en medio de los pobres, fue anunciado a los pobres, María, su madre, era una mujer pobre.

3. Desde diferentes tribunas de corrientes políticas bien sea de izquierda o de derecha en estos últimos años se ha venido izando la bandera de la teología de la liberación como una excusa para sus intereses personales e institucionales, ¿qué opinión tiene al respecto?

La teología de la liberación no es un compromiso como ahora muchos lo pregonan, sino un modo de vida, es decir, quien hace teología desde lo que es, porque hay gente que olvida su origen. La teología de la liberación solamente es encarnarnos y encarnar el mensaje del Evangelio de Dios en medio de los pobres, sintiéndonos pobres, viviendo el compromiso de ser pobre. Mucha gente habla de una opción por los pobres, habla de una teología de los pobres, pero su modo de vida se distancia mucho de ese modo de vida. Las definiciones epistemológicos, cienticifistas, están demás, hay como una competencia de quien da mejor el concepto, es más, en estos últimos 10 años para muchos se ha convertido en una moda, ahora todo el mundo es teólogo de la liberación, inclusive aquellos que adversaron a los genuinos teólogos de la liberación hoy en día, no sé si para alegría o tristeza, se declaran como teólogos de la liberación, pero desde esa perspectiva academicista, clasista, y no, la teología de la liberación está al alcance de todos, pues teólogo es aquel que tiene la capacidad de hablar de Dios, hablar con Dios para las demás personas.


4. Pudiera describir su experiencia como cristiano desde la perspectiva de la teología de la liberación.

Fue una experiencia dura, difícil, porque nosotros hablamos de la teología de la liberación desde la posición protestante, porque para nosotros fue un doble rechazo o, mejor, un triple rechazo, porque nos rechazaba nuestra propia iglesia, nos rechazaban los sectores católicos formales y también el gobierno. Vivir la teología de la liberación desde mi perspectiva fue eso: vivir unas contradicciones, yo venía de sectores protestantes muy conservadores y tuve que aplicar ese principio liberador que es el de desaprender para aprender, de hecho tuve que en muchos momentos aplicar el análisis marxista para darle pertinencia a la lucha que junto a mis hermanos sostenía para darle contenido social, político, ideológico.

5. La opción por los empobrecidos y excluidos ha sido un debate y tema controversial en las distintas doctrinas de la iglesia católica como protestante, ¿bajo qué dimensión y parámetros definiría Ud. Esta opción? ¿Hasta qué punto es válida o no?

Como San Francisco de Asis, de hecho yo soy franciscano de la tercera orden, soy hermano menor de San Francisco de Asis. La teología de la liberación la concibo como la concibió él, no desde una visión preferencial sino como una opción única, radical por los pobres. Esa es mi forma de pensar, si no hay una opción radical por los pobres, no hay teología de la liberación. Y muchos de los grupos de la teología de la liberación fallaron, lo digo a modo personal, por esa misma opción preferencial que los hizo perder la perspectiva y preferir a los sectores académicos, círculos intelectuales y a los sectores de la clase alta con quienes se codean hoy en día. No es solamente tener un discurso por los pobres sino asumir el compromiso por ellos. Así que optamos radicalmente por los pobres o no estamos asumiendo nuestro rol como seguidores de la teología de la liberación. Y es que lo radical tampoco es malo, muchas veces se refieren a lo radical con una carga semántica negativa, al contrario, lo radical se define como ir a la raíz, pertenecer a la raíz del pensamiento. No hay que ver la pobreza tan sólo desde lo material, porque hay pobreza espiritual, hay pobreza intelectual, hay pobreza en la forma de amar, esa es mi concepción.

6. Bien cierto que el ecumenismo ha permitido dirimir diferencias entre distintas corrientes teológicas, ¿en su vida cómo ha practicado ese ecumenismo? ¿Qué les diría a los sectores eclesiales extremistas que se oponen a esta iniciativa?

Alguna gente combate modernamente el pensamiento único con otro pensamiento único. El compromiso ecuménico es un compromiso cristiano, mejor diría jesucristiano. El ecumenismo no es la unidad orgánica, estructural de las iglesias, no por ahora en esta fase. No es solamente la unión entre cristianos, el ecumenismo apunta más allá, es una visión holística. El ecumenismo abarca la unidad con otras formas de pensamiento para que el mundo crea. La gran razón del ecumenismo es construir la sociedad, esa sociedad otra, que no se construye desde el enfrentamiento, desde la duda, desde la desconfianza, desde la intolerancia, no se puede vivir así. ¿Qué te da el ecumenismo? Las bases de la nueva humanidad, esa humanidad que es libre en su pensamiento, pero que es fiel a sus principios. Yo no me hago más católico y menos evangélico cuando practico el ecumenismo, al contrario, me hago más cristiano, más persona, más universal, más hombre nuevo, eso es lo que muchos no han entendido.

7. Profesor y profeta son palabras con raíz etimológica común, ¿cómo describiría su experiencia docente? ¿Desde cuándo se inicia en este campo?

La vocación docente fue un llamado de Dios. Yo quería ser docente pero el elemento estudio me llevó a la teología y luego comunicación social. Y de hecho, cuando asumí la labor profética, no fue por aquello de leer el futuro, sino que haces un análisis profundo de la realidad, del presente, de lo que te rodea, eso es ser profeta. Yo como profesor en la Universidad soy, en cierta forma, como un pastor, yo llevo a algunas personas hacia el conocimiento, de ahí surgen unos compromisos que son éticos, que son morales, yo tengo que actualizar mis conocimientos para darle lo mejor a mis estudiantes. Mi mamá me decía a mí, “vos tenéis pasta de maestro”, ella quería que yo fuera profesor, pero es a través de la vocación pastoral y cristiana como llego a la docencia, en la iglesia vengo ejerciendo mi rol de docente. Por eso comparto eso de que el rol del educador, es el de profeta, pues tenemos una responsabilidad más allá de lo profesional, más allá de lo académico, con las personas que estamos guiando. Yo creo que la profesión más grande, la profesión más hermosa y más completa es la educación.

jueves, 8 de julio de 2010

Mejore su expresión

Con Tito Balza Santaella

Miembro Correspondiente de la Academia Venezolana de la Lengua



XXXI.- Sendos, sendas es un adjetivo plural, el único numeral distributivo de la lengua española, y significa ‘uno o una para cada cual de dos o más personas o cosas’. Con esta acepción ha permanecido en el castellano desde que hizo su aparición en el remoto siglo XIII, en textos del Fuero Juzgo (1241) y de El Conde de Lucanor del Infante Juan Manuel (1310), entre otros. Así es propio decir: “Los invitados recibieron sendas copas de cerveza”, una copa cada invitado; “Entregamos sendos libros a los niños”, un libro para cada niño. En El Romancero del Cid aparecen estos versos:

Doña Elvira y doña Sol…

A sendos robles atadas

dan gritos que es compasión,

y no les responde nadie

sino el eco de su voz

esto es, cada muchacha atada en un roble diferente.

No ha sido aceptado por ningún gramático importante el uso de sendos como adjetivo calificativo, aunque, extraviando su justo sentido, muchos hablantes, y hasta algunos escritores, así lo hayan empleado. Acá en el Zulia es relativamente común oír: “Compró sendo carro”, para decir que el carro es grande, valioso, bonito o muy moderno. Tanto Andrés Bello como Rufino José Cuervo explican que, habiendo caído en desuso durante algún tiempo posterior al siglo XII, no se comprendió luego su exacto significado. Así lo explica nuestro máximo gramático: “Yerran los que creen que sendos ha significado jamás grandes o fuertes o descomunales” por que “sendos no envuelve ninguna idea de cualidad o magnitud”. Y concluye: “El uso moderno de sendos ha nacido visiblemente de no haber entendido lo que significa este numeral”.

No favorece a la existencia del castellano estándar ni a la conservación de la unidad lingüística, el que hablantes, educadores y comunicadores sociales estimulen la consagración de cambios y corrimientos semánticos, como el del registro ”¡Sendo el carro el que tienes!”, porque este uso más se da en el plano oral y coloquial. Sendos, por provenir del acusativo latino síngulos, síngulas, ha sido siempre plural y, por su etimología y tradición, ha significado siempre ‘uno para cada cual’. Correr su sentido hasta hacerlo sinónimo de tremendo, es inoficioso e innecesario. La lengua cuenta con decenas de palabras con acepciones parecidas: enorme, mayúsculo, gigantesco, formidable, pasmoso, grande, amplio, vasto, grandioso, colosal, bello, apuesto, flamante y muchas más.

Debemos, pues, evitar y rechazar registros periodísticos que revelan total desconocimiento de esta voz, como cuando se le da el simple significado de dos: “El ministro se presentó con sendas carpetas”, o cuando se le hace equivalente a ambos: “Se supone que este criminal es responsable de sendos asesinatos”, hablando de dos sucesos diferentes. En ambos ejemplos, como se ve, ha desaparecido el sentido distributivo.

Debe recordarse con exactitud: Sendos significa ‘uno para cada uno de dos o más personas o cosas’. No significa, tremendo, enorme; ni, simplemente, dos; ni tampoco ambos.

martes, 6 de julio de 2010

La puerta (Proselitismo político de la vida real, lo dijo un chofer de Socorro- Claveles)

Por Ángel Alberto Morillo


Estaban todos amontonados en la esquina. El sol caía a pedazos en la frente. Al final de la calle, donde no caben más  charcos, venía invicto, con  el casquito más brillante que nunca, un carrito de Socorro, aunque de verdad a esa hora, le venía muy a tino su nombre. Todos nos lanzamos, allá te va una jauría esmollejada, lacónicamente llevada por el sudor y las ganas de escapar al hedor de los charcos.  Yo tomé la puerta delantera, mientras que una mujer con un niño en brazos (sin alusiones a advocación alguna) cogió por la izquierda como tratando de ganar tiempo y espacio en la endemoniada competencia del carrito… Sin embargo, el chofer, hombre malhumorado por vocación, dueño y señor de los charcos, quien por razones del destino desconocía desodorante de bolita o rociador o crema o en gel, increpó a la ahora martirizada mujer:
-          Noooo, por la izquierda no, Usted sabe que la izquierda siempre está torcida, nunca abre.
Los malos pensamientos y mi risa malvada, una risa de Nicolás, estiraron como ligas mi boca, mientras que el señor de los charcos arremetía por segunda vez, ya con voz paternal y casi mesiánica:
-          Siempre debe tomar por la derecha, la izquierda nunca sirve. La derecha siempre abre, no entiendo por qué algunos se les ocurre ir por la izquierda- haciendo un énfasis odiosito- todo el mundo, digo yo, siempre debe ir por la derecha, jamás por la izquierda, la derecha es la que sirve.
La virgencita de Socorro, del charco, como bien usted quiera llamarla, apenada entró al carrito, sin chistar;  la necesidad tiene cara de perro dije yo, escuchar semejante alusión me dio hambre y miles de reflexiones en torno a las puertas que  cierran o que no abren estén donde estén.

domingo, 4 de julio de 2010

La Plañidera


Por J. Arturo Miranda
Dolores de las Cruces, desde la madrugada que abandonó a su marido, en  compañía de sus hijos, que no son pocos, se largó con premura por esos caminos reales sin rumbo definido. Su tragedia comenzó desde el día cuando Bernardo, su marido, trajo consigo una feísima vaca, a la cual el pueblo bautizó De Las Cruces.

Bernardo asintió en silencio y con cierta alegría, acariciándose inconcientemente el mentón perdió la vista más allá del horizonte de las lunas mojadas. El llanto y las suspicacias de Dolores se mezclaron en su rostro lleno de tizne. Los últimos días convivió con la vergüenza y un sollozo permanente que en ciertos momentos llegaban a un punto álgido lleno de gritos, como de esos que te salen solos cuando se llora un difunto muy querido. La desconsolada mujer se encorvó y sumida  en una actitud pusilánime, no levantó la cabeza más nunca y huyó sin dejar rastro en los resecos y veraniegos caminos de la cuaresma.

Dolores de las Cruces se internó con sus hijos, que no son pocos, en la sombra sagrada del bosque de nuestros ancestros. Deambuló dando grandes voces y gemidos y, en ocasiones, reía y se lanzaba sobre la hojarasca y lanzando conjuros y rezos espantaba a los demonios. Sus hijos tuvieron una vida silvestre y comieron frutos del campo y algarrobos. Una tarde saciaron la sed de los caminos soleados en la laguna encantada de los indios y desde ese día desaparecieron y traspusieron sus sueños, ya no fueron contados entre los vivos. Dolores de las Cruces, como recuerdo al acecho,  asaltó con sus gritos por todos los caminos que le fueron posibles y preguntándole a propios y forasteros se acercó a los pueblos dando grandes voces… ¿Dónde están mis hijos?

Estaban veloriando a una mujer rica y malvada que antes de su muerte incendió sus bienes para no compartidos con los pobres. El féretro quedó entre la iglesia y la plaza, nadie quiso llorarla, pues, al querer entrarla en la iglesia, se puso tan pesada que los más fuertes no pudieron moverla. Dolores se acercó llorando y todos se extrañaron al oírla y alguien comentó en voz alta:

- ¡La vieja contrató una plañidera!...

Todos se acercaron y escupieron a Dolores y ésta lloró con tanto ahínco que hizo llorar a las mujeres del pueblo. Con el tiempo ganó fama y se convirtió en la plañidera predilecta de esos velorios donde el difunto no tiene dolientes y se necesita quien llore.

Dolores de las Cruces compró una propiedad y una mula y de los páramos más lejanos venían a solicitar sus lágrimas. Una noche de esas borrascosas, ya decrepita, Dolores lloró  en el velorio de un aldeano mordido por una serpiente.  Lloró tanto que murió sobre la urna y las espermas de las velas se derritieron como lágrimas de difunto en pena.

El día del entierro nadie pudo llorar a quien por unas pocas limosnas lloró por muchos, y la gente intentó  restregándose los ojos con cilantro cimarrón, pero las lágrimas no salieron. Y por todos los caminos aparecieron sus hijos que no eran pocos y la tomaron de la mano y la llevaron al bosque. Anoche se escucharon alaridos como de hombre y venían de las calles del pueblo, los más osados se asomaron por las ventanas y vieron a  Dolores de las Cruces arrastrando a un hombre y dándole de golpes reiteradamente le preguntaba: “¿Bernardo dónde están nuestros hijos?...Que no son pocos”.

jueves, 1 de julio de 2010

"EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA CANCIÓN WAKA-WAKA"



Por Lcdo.Renny Morales C.
(Especialista en desarrollo cultural y musicología)

Con honda preocupación he leido uno a uno los mails que me han llegado de hermanos que quizás dejados llevar por la pasión y por el celo a la palabra de Dios se han enfrascado en una discusión "religiosa" hace de la traducción de la canción interpretada por Shakira, la artista colombiana en el Mundial de fútbol.

Cómo docente especializado en el Desarrollo cultural y en la investigación musicológica, me tomé la tarea de investigar el tema., y francamente tengo que decirlo, cuantos errores se cometen cuando se repite y se repite algo que carece de fundamento científico y nos dejamos llevar por personas que quieren ser autoridades en temas que desconocen.

No permitamos que por nuestros comentarios infundados, los nuevos creyentes se aparten del camino de la salvación. Estudiemos,investiguemos sin dejar de ser celosos de la palabra de Dios.
Pro 2:6 Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.


Zangalewa
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Zangalewa of Cameroon

Zangalewa es una canción camerunesa. Recibe el nombre de las primeras palabras de la canción: Zamina mina Zangalewa. Formaba parte del repertorio de los soldados, pero también de diversos grupos jóvenes como los scouts, alrededor de todo África. Es una canción de ritmo ligero, y se utiliza frecuentemente como canción para las marchas.

Fue popularizada en 1986 por el grupo musical camerunés Golden Sounds, lo que le dio un gran éxito y cambió su nombre por Zangalewa.

El grupo femenino dominicano llamado Las Chicas del Can. Lo comenzó a cantar, como estribillo de la canción "El negro no puede" desde el año 1987, de la mano del también dominicano Wilfrido Vargas , quien formo este grupo femenino.

Por tanto la primera creación del tema Zamina, Zangalewa o waka waka esta en África, de mano del grupo Camerunés, quienes en todo caso han declarado que la melodía y la letra aparecieron espontáneamente cantadas desde hace mucho tiempo en varios países de África occidental, por niños boy scouts.

Se dice también que el termino "Waka-waka" era un saludo que hacían soldados de Camerún durante la segunda guerra mundial.

Letra
Zamina mina hé hé

Waka waka éé é

Zamina mina zaaangaléwa

Ana wam a a

yango é éikj;

yango éé é

Las numerosa variantes existentes de esta canción son fruto de una rica transmisión oral:

Tradición
Esta canción a priori interpretada en lengua Fang, hablada en ciertas zonas de Gabón, de Camerún, de Guinea Ecuatorial y de República Centroafricana . Al ser tan popular, en muchas ocasiones la canción se canta sin conocer el significado.

Za engalomwa significa en lengua Fang "¿Quién te ha enviado?" : ésta es la pregunta de un militar camerunés a otro de origen extranjero, Según Guy Dooh, del grupo Zangaléwa. El término ZANGALEWA también puede venir de una expresión en Ewondo: za anga loé wa ?, que sería "¿quién te ha llamado?" Camerún siendo un país multiétnico y plurilingüe, no todos los soldados sabían hablar Ewondo, era muy probable que con el tiempo el término za anga loé wa se convirtiera en el Zangalewa que nosotros conocemos hoy en día.

Cuando los jóvenes reclutas de la guardia republicana camerunesa se quejaban del rigor de la vida militar, sus jefes o sus compañeros mayores les solían plantear esta cuestión: za anga loé wa ?, que en realidad significaba algo así como: "¡nadie te ha obligado a entrar en el ejército, así que deja de chillar!"

TRADUCCIÓN DETALLADA

Za/ mina/ mina/ hé hé.

Vamos vamos hé hé (traducción adaptada)

Wa / ka.

tú puedes (traducción adaptada)

za/ an/ ga/ lè/ wa/

quién te envía? (traducción adaptada)

Ana/ wam/ ha/ ha

yo mismo (traducción adaptada)

ES DECIR:

Vamos, vamos, eh , eh

Tu puedes,

¿quién te envia? (ó ¿quién te mandó a meterte en esto?

Yo mismo

La alfabetización emocional


Por Antonio Pérez Esclarín

Si bien hoy se insiste mucho en la necesidad de una buena alfabetización tecnológica, es todavía más urgente y necesaria la alfabetización emocional, la educación de la afectividad, pues cada vez más personas, sin importar los títulos, profesiones o riquezas que tengan, son unos analfabetas en cuestiones del amor, incapaces de manejar sus emociones y sentimientos y de comprender las emociones de los demás, incapaces de salir de su egoísmo para abrirse a los demás.

A partir de las investigaciones de Howard Gadner sobre los múltiples tipos de inteligencia, Daniel Goleman centró su estudio en la inteligencia emocional, que describe como la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y manejar bien las emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones. Goleman empezó preguntándose por qué personas muy inteligentes no triunfan en la vida, y en cambio otras, con muchísimo menos coeficiente intelectual, llevan una existencia feliz y muy exitosa. De sus investigaciones, Goleman concluyó que las cinco aptitudes emocionales necesarias para una afectividad madura, una convivencia pacífica y una vida feliz, son el autoconocimiento, la autorregulación de las emociones, la motivación, la empatía y las habilidades sociales, tema que desarrolla con amplitud en su afamado bestseller, “Inteligencia emocional”.

En el libro, Goleman describe con brochazos vivos la creciente deshumanización de nuestras sociedades carcomidas por la violencia, la inseguridad, la depresión y la soledad:
“En la última década hemos asistido a un bombardeo constante de este tipo de noticias que constituye el fiel reflejo de nuestro grado de torpeza emocional, de nuestra desesperación y de la insensatez de nuestra familia, de nuestra comunidad y, en suma, de toda nuestra sociedad.

Estos años constituyen la apretada crónica de la rabia y la desesperación galopantes que bullen en la callada soledad de unos niños cuya madre trabajadora los deja con la televisión como única niñera, en el sufrimiento de los niños abandonados, descuidados o que han sido víctimas de abusos físicos o incluso sexuales. Este malestar emocional también es el causante del alarmante incremento de la depresión en todo el mundo y de las secuelas que deja tras de sí la inquietante oleada de la violencia: escolares armados, accidentes automovilísticos que terminan a tiros, parados resentidos que masacran a sus antiguos compañeros de trabajo, etcétera. Abuso emocional, heridas de bala y estrés postraumático son expresiones que han llegado a formar parte del léxico familiar de la última década”.

Para superar esta triste situación Goleman plantea “la urgente necesidad de aprender a dominar nuestras emociones, a dirimir pacíficamente nuestras disputas y a establecer, en suma, mejores relaciones con nuestros semejantes. Durante mucho tiempo, los educadores han estado preocupados por las deficientes calificaciones de los escolares en matemáticas y lenguaje, pero ahora están comenzando a darse cuenta de que existe una carencia mucho más apremiante: el analfabetismo emocional.

No obstante, aunque siguen haciéndose notables esfuerzos para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes, no parecen hacerse grandes cosas para solventar esta nueva y alarmante deficiencia. En palabras de un profesor, ‘parece que nos interesara mucho más su rendimiento escolar en lectura y escritura que si seguirán con vida la próxima semana’…

Si existe una solución, ésta debe pasar necesariamente por la forma en que preparamos a nuestros jóvenes para la vida. En la actualidad dejamos al azar la educación emocional de nuestros hijos con consecuencias más que desastrosas. Como ya he dicho, una posible solución consistiría en forjar una nueva visión acerca del papel que deben desempeñar las escuelas en la educación integral del estudiante, reconciliando en las aulas la mente y el corazón…Quisiera imaginar que, algún día, la educación incluirá en su programa de estudios la enseñanza de habilidades tan esencialmente humanas como el autoconocimiento, el autocontrol, la empatía y el arte de escuchar, resolver conflictos y colaborar con los demás”.

Algo semejante piensa Maturana cuando plantea que necesitamos evolucionar de la educación centrada en el conocimiento a la educación centrada en la formación para la convivencia productiva y democrática.
Profesor / Filósofo