sábado, 8 de mayo de 2010

Madre

Madre



Madre,
no es una palabra
que se evoca
sin consecuencias.

No es un simple nombre,
que se pierde en el vacío.

Cuando decimos madre,
es como si invocáramos
al amor a través
de una palabra mágica.
Como si miráramos a Dios
en los sentimientos de ellas.

Decir madre es como decir luz
que ilumina todo;
es como decir
agua fresca
que calma nuestra sed.

Es mirar al cielo,
y ver en un solo día
al sol, la luna y las estrellas.

No se puede decir madre,
sin poner en esas dos silabas
todo el amor contenido
en nuestros corazones.

Cuando decimos mamá,
evocamos a los ojos
que se iluminan
con alegría.
los ojos que lloran
en nuestro dolor.

Decir madre es recordar
la boca de palabras firmes
y sinceras,
los besos prodigiosos.

Madre es una vida dada
con generosidad.
Madre no es amor de un solo día.

Es amor a torrentes
se desborda inundando
nuestras vidas.

No es amor de un día
es amor de todo momento,
de todas las horas,
de cada segundo.

No es amor con límite.
Madre es oración,
es caricia.

Madre es maestra,
compañera,
Amiga.

Madre no es un concepto,
es una realidad de amor.

Por Obed Juan Vizcaíno Najera.

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