viernes, 3 de junio de 2011

El Trato Faustiano de Neil Postman

Por Ángel Alberto Morillo

Los procesos tecnológicos, asociados especialmente con las TICs, han sido objeto de duras críticas así como también de esperanzados elogios, al punto de dogmatizarlos y crear un imperio de fe en torno a las maravillas que proporcionan. Pimienta (2007) afirma que todos partimos de la creencia de que el uso de las TICs para el desarrollo es portador de promesas muy importantes, al punto, de convertirlo en mito o magia, pues se pretende que el sencillo hecho de conectar una persona a la Internet va a provocar, de manera mecánica, un proceso que va a conducir a esta persona a escapar, por ejemplo, de su condición de pobreza. Efectivamente, la mera conexión no garantiza que las personas se apropien de las TICs, estos procesos tienen otro tipo de implicaciones en las que se cae en un dilema: innovar o no innovar.
De este planteamiento surgen las famosas  “cinco advertencias del cambio tecnológico” de Neil Postman, quien en el año 1998, a guisa profética, enunciaba los riegos que consigo traen las innovaciones, hacía un llamado acuciante a ver las dos caras de la moneda:
“Diríamos que una visión más sofisticada del cambio tecnológico debe incluir el escepticismo ante las visiones mesiánicas y utópicas que nos presentan los que no tienen un sentido histórico de los débiles equilibrios sobre los que descansa la cultura. De hecho, si por mi fuera, prohibiría a cualquiera hablar sobre las tecnologías de la información a no ser que la persona pudiera demostrar que conoce algo sobre los efectos sociales y físicos que causaron la invención del alfabeto, del reloj mecánico, de la imprenta y del telégrafo. En otras palabras, que sepa algo sobre los costes de las grandes tecnologías” (p. 2).
Lo más sorprendente e interesante, lleno de un poder metafórico y transcendental de las advertencias de Postman, radica en el famoso Trato faustiano o pacto con el diablo, inspirado en la tradición oral europea de un hombre que hace pacto con el diablo vendiéndole su alma, de allí que este paraje, esta leyenda, ha sido inspiración de obras teatrales, musicales y novelas. La obra más conocida al respecto fue la de Johann Wolfgang von Goethe, Fausto (1808). En este sentido, J. De Pablos (2003) explica que Postman consideró el cambio tecnológico como intercambio, basándose en el uso de potentes metáforas, recurso habitual en él, expresó esta propuesta como “el pacto de Fausto”. La tecnología da y la tecnología quita. Todo cambio tecnológico implica ventajas e inconvenientes. No toda nueva tecnología implica necesariamente mayores ventajas.
De las cinco advertencias, se considera que el Trato Faustiano condensa de modo magistral las implicaciones negativas que generan la proliferación de las tecnologías, sin duda, es la forma más representativa de dar una noción profunda de la teoría crítica, base fundamental del análisis que se está desarrollando en torno a la Astics.  En este aspecto, todo cambio tecnológico implica un compromiso (Postman, 1998), esto significa que para cualquier ventaja que la tecnología ofrece, siempre existe su correspondiente desventaja. Las desventajas pueden llegar a superar en importancia a las ventajas, o las ventajas pueden perfectamente valer la pena sobre su contrario. Aunque parece una idea bastante obvia, es sorprendente cuanta gente cree que las nuevas tecnologías son como una bendición del cielo.
Este autor insiste en aspectos como:
·         Escepticismo ante las visiones mesiánicas y utópicas: Nuestro entusiasmo por la tecnología puede volverse una forma de idolatría y nuestra creencia en sus beneficios puede ser un falso absoluto. La mejor manera de vera la tecnología es como a un intruso extraño, recordando que la tecnología no es parte de un plan divino sino el producto de la creatividad humana y nuestro orgullo, y su capacidad para el bien o el mal queda siempre pendiente de lo que los humanos digamos que puede hacer por nosotros y nosotros (Postman: 1998,6). Es decir, no dejar que las maravillas de las tecnologías hagan perder la perspectiva y todo enfoque de desarrollo se centre única y exclusivamente en éstas, sin buscar posibilidades diferentes ante su ausencia, en el supuesto negado. Brey (2009) considera esta posición crítica como un pensamiento distópico. De allí que es urgente también darle una mirada a la distopía como una opción válida ante el monopolio utópico de las tecnologías.
·         Inequidad en los beneficios de las tecnologías: No hay duda de que los ordenadores han sido y seguirán siendo muy provechosos para las grandes organizaciones tipo compañías aeronáuticas o el complejo militar o los bancos o las agencias recaudadoras de impuestos. También es igualmente claro que el ordenador es indispensable para investigadores de alto nivel en física y otras ciencias naturales. ¿Pero hasta qué punto ha sido la tecnología de redes y ordenadores una ventaja para el conjunto de la población?. ¿Qué ventajas para los trabajadores del metal, fruteros, mecánicos, músicos, carniceros, obreros de la construcción, dentistas, teólogos y la mayor parte de los oficios en los que el ordenador ahora se inmiscuye? Estas gentes tienen ahora sus asuntos privados mucho más accesibles a las instituciones siempre tan poderosas. Ahora son más fácilmente seguidos y controlados; están sujetos a muchos más controles e inspecciones, y se encuentran desconcertados antes las decisiones que se toman sobre ellos. Están siendo reducidos más que nunca a meros objetos numéricos (Postman:1998, 3) 
Esta misma inquietud es planteada por los autores de la brecha digital (Burch, 2005 y Pimienta, 2007), así se manifiesta la brecha digital y mientras no haya voluntad política por parte de las potencias desarrolladas en generar equidad y brindar condiciones para favorecer el uso de software libre, de evitar la injerencia de compañías privadas en el control acceso de datos de la población,  la vulnerabilidad informática seguirá intacta. Este contexto propicia más bien el síndrome de dependencia.
·         Ceguera social tecnificada: Como bien lo refleja José Saramago (1995) en su Libro Ensayo sobre la ceguera, se suele decir que no hay cegueras sino ciegos, cuando la experiencia de los días pasados no ha hecho más que decirnos que no hay ciegos, sino cegueras. En este mismo orden de ideas, Postman (1998) habla de que la información resultar ser una maldición que nos ciega que no somos capaces de ver de dónde vienen realmente nuestros problemas. Igualmente Brey (2009) explica que la ignorancia consustancial de los tiempos exponenciales nos aboca a una ceguera generalizada, de consecuencias imprevisibles, que nos impide identificar y asumir la porción de responsabilidad que recae sobre cada uno de nosotros.
Finalmente Gubern (2000) asevera que la gente, en efecto, habla, se interesa y discute de aquello que ve en la televisión, pero no suele hablar mucho de aquello que la televisión no dice, porque no le interesa o no le conviene. Esta ceguera selectiva constituye un  verdadero "escotoma mediático", pues el escotoma es la zona ciega de la retina, en la queno se activa el estímulo visual .Cada día nos sumimos en nuestros propios mundos, somos insensibles al mal social, las TICs y cada uno de sus componentes,  individualiza al punto que imposibilita la capacidad asociativa, divide, dispersa, domestica, la consigna maquiavélica cada día cobra mayor auge, la división, la falta de solidaridad, convierte al hombre del siglo XXI en un ser vacuo, sin sentido, un ser ciego socialmente. Por un lado las innovaciones y avances proliferan, pero por el otro la pobreza, el cambio climático, los conflictos sociales se agudizan, y quienes tienen la responsabilidad de poder hacer frente a estos problemas son incapaces de hacer algo al respecto.    

Fuentes


 Brey, Antoni y autores (2009): LA SOCIEDAD DE LA IGNORANCIA. Edita Proyecto Segunda Edad Contemporánea. Barcelona- España.

http://funredes.org/mistica. Pimienta, Daniel (2007): BRECHA DIGITAL, BRECHA SOCIAL, BRECHA PARADIGMÁTICA

http://www.globalizacion.org/desarrollo/PostmanCambioTecnologico.htm. Postman, Neil (1998): LAS 5 ADVERTENCIAS DEL CAMBIO TECNOLÓGICO. Artículo encontrado Sección de Economía y desarrollo del portal globalización.org, esto es tomado del “Congreso Internacional sobre Nuevas Tecnologías y Persona Humana: Comunicando la fe en el Nuevo Milenio”, de la Conferencia con el título: “Cinco cosas que necesitamos saber sobre el cambio tecnológico”.

http://www.quadernsdigitals.net/datos_web/hemeroteca/r_1/nr_773/a_10420/10420.html#_ftn1. De Pablos Pons, Juan (2003): ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LAS TECNOLOGÍAS DIGITALES Y SU IMPACTO SOCIAL Y EDUCATIVO. Universidad de Sevilla. Sevilla-España. 


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