Por Obed Vizcaíno Nájera, Maracaibo- Venezuela. Presidente honorario de la Sociedad Venezolana de Arte Internacional. Docente Universidad Católica Cecilio Acosta.
Soñé mi tierra Indígena sin conquista ni conquistadores,
sin genocidios, gripes o enfermedades venéreas,
traídas por ambiciosos seres del mar desconocido,
reclutados en cárceles, manicomios, hospitales, burdeles.
Saquearon en nombre de Dios la fe de todo un continente,
blandiendo espadas parecidas a insensibles cruces,
cruces iguales a espadas de creencia mortal y extraña,
asesinos que impusieron religión, rezos, requerimientos.
Esta era la tierra de un pueblo constructor de sociedades,
con ciudades pobladas de gente culta, hermosa y sabia.
Predecían con exactitud en el cielo eclipses, solsticios,
momentos precisos para sembrar yuca, frijoles, Maíz,
papas batatas ajies, tabaco, coca, tomates y cacao.
Sueño todavía un continente vivo, vibrante y extenso,
con Bolívar resucitado caminando por nuestras calles,
con Atahualpa, Guaicaipuro, Morazán, Martí, Manuela,
el Che, Martín Luther King, Violeta, Mercedes, Allende,
Neruda, Andrés Eloy, Rubén Darío, Alí y Víctor Jara.
Seguiré soñado con una tierra libre y siempre soberana,
sin bases militares extranjeras, mercenarios, o dictadores,
donde vivan mis hijos, hermanos, hermanas, amistades,
en verdadera libertad, felices y con esperanzas futuras.
Esta es la tierra donde esta sembrada mi madre,
por la cual ha luchado toda su vida mi padre,
lugar hermoso donde patria se conjugue con libertad,
y la vida siempre sea un profundo y sincero te amo.
sin genocidios, gripes o enfermedades venéreas,
traídas por ambiciosos seres del mar desconocido,
reclutados en cárceles, manicomios, hospitales, burdeles.
Saquearon en nombre de Dios la fe de todo un continente,
blandiendo espadas parecidas a insensibles cruces,
cruces iguales a espadas de creencia mortal y extraña,
asesinos que impusieron religión, rezos, requerimientos.
Esta era la tierra de un pueblo constructor de sociedades,
con ciudades pobladas de gente culta, hermosa y sabia.
Predecían con exactitud en el cielo eclipses, solsticios,
momentos precisos para sembrar yuca, frijoles, Maíz,
papas batatas ajies, tabaco, coca, tomates y cacao.
Sueño todavía un continente vivo, vibrante y extenso,
con Bolívar resucitado caminando por nuestras calles,
con Atahualpa, Guaicaipuro, Morazán, Martí, Manuela,
el Che, Martín Luther King, Violeta, Mercedes, Allende,
Neruda, Andrés Eloy, Rubén Darío, Alí y Víctor Jara.
Seguiré soñado con una tierra libre y siempre soberana,
sin bases militares extranjeras, mercenarios, o dictadores,
donde vivan mis hijos, hermanos, hermanas, amistades,
en verdadera libertad, felices y con esperanzas futuras.
Esta es la tierra donde esta sembrada mi madre,
por la cual ha luchado toda su vida mi padre,
lugar hermoso donde patria se conjugue con libertad,
y la vida siempre sea un profundo y sincero te amo.
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