Por Ángel Alberto Morillo
1.- ¿Cómo se pueden aprovechar las tecnologías de información y comunicación (TIC) para lograr un desarrollo humano acorde con el crecimiento económico, la competitividad de los sectores productivos y la cohesión social (Gobernabilidad) en el caso de la República Bolivariana de Venezuela?
El desarrollo humano o no, ser o no ser, esa es la rémora (Recordando a Hamlet de Shakespeare), por ello, resulta menester preguntarse primero cuáles son los indicadores del desarrollo humano, porque bajo un sistema mundial cuyo eje central es el desarrollo económico a costa de la supervivencia humana, sería muy romántico de mi parte aseverar a boca de jarro las bondades de las nuevas tecnologías de información y comunicación, por ello, es justo y necesario describir grosso modo las relaciones de poder habidas a lo largo de la historia. Al respecto Flamarión y Brignoli (1976) señalan: “En algunos de los textos más antiguos que conocemos aparecen referencias ya muy claras al fenómeno de la desigualdad social. Basta recordar el Código de Hamurabi, la Odisea o El Antiguo Testamento las múltiples menciones a libres y esclavos, reyes y súbditos, pobres y ricos”.
En este sentido, quiero sentar precedentes necesarios, pues si bien es cierto que las tecnologías han cambiado comportamientos y modos de comunicación milenarios (Pascualli, 2009), también han incidido sobremanera en el desequilibrio ecológico actual, la pérdida de espacios colectivos y un proceso paulatino de individualización extrema.
Ante este cuadro dantesco, ¿es posible aprovechar las nuevas tecnologías de información y comunicación para lograr el desarrollo humano? Depende. Depende de diversos factores, en especial al modo de producción, pues desde una perspectiva marxista el cambio tecnológico equivale al desarrollo cualitativo de las fuerzas productivas, en un cuadro de relaciones de propiedad definidas por el modo de producción prevaleciente (Revista Pensamiento Económico, 1996). Y mientras las estructuras respondan al modo de producción de las elites de poder económico capitalista, continuarán en el tiempo las desequilibradas relaciones de poder entre los pobres y los poderosos lamentablemente.
Las tecnologías deben responder a las exigencias sociales, porque lamentablemente en nuestro país aún vive el capitalismo. El socialismo, como vía alterna, no termina de nacer; de allí que primero debemos promover una cultura del ahorro y racionamiento, hacer un uso responsable de las tecnologías, por ello estos aspectos son imprescindibles para la consolidación de una cultura tecnológica. En efecto, ello será viable a través de la inclusión social, rompiendo de una vez por todas las desigualdades sociales; en esta línea temática, Aguilar y Vivas (2006) expresan que las TICs son vistas como una herramienta que permiten ir eliminando las brechas entre los que tienen y los que no tienen acceso al conocimiento, viabilizando la inclusión social.
Ahora bien, conceptos como crecimiento económico, competitividad de los sectores productivos y la gobernabilidad debemos replantearlos. Propongo más bien una dinámica que vaya en aspectos como bienestar social, complementariedad de los sectores productivos y el poder popular, es allí donde las tecnologías de la comunicación e información deben aplicarse (Art. 22 de Locti), pues de lo contrario, las diferencias sociales seguirán justificadas a través del llamado “Vocabulario de la desigualdad” (Flamarión y Brignoli, 1976), sin dar cabida nunca al papel de las tecnologías como herramientas de la igualdad (Aguilar y Vivas, 2006).
2.- ¿Cómo pueden contribuir el sector privado y la sociedad civil en la estrategia nacional para la sociedad de la información?
Tengo mis reservas. Por supuesto, no se trata de una posición extremista. En el caso venezolano, estos dos sectores traen a mi memoria recuerdos condicionados. Me ubico en los años 2001, 2002 y 2003, años en las que hordas meritócratas, resentidos sociales, tecnócratas, politiqueros, en nombre de la libertad y de la sociedad civil, contribuyeron en buena parte al desmantelamiento y destrucción del país con tal y salir del tirano Chávez. Pero no pudieron, el tiempo dio razón.
Entre otras consideraciones, cabe destacar también que el término sociedad civil tiene su génesis en el periodo de la Ilustración que tiene su mayor apogeo con la Revolución Francesa, valores como la propiedad privada eran intocables, Gotera (1989) explica que la libertad y la igualdad eran prescriptibles, podían perderse. En cambio, la propiedad privada, inviolable y sagrada, era imperdible.
Yo acuso a la propiedad privada de privarnos de todo, así lo expresaba el poeta Roque Dalton, y en esta misma asociación de ideas, el sector privado, mientras mantenga una postura explotadora, coercitiva, dictatorial, jamás podrá congeniar con los procesos de cambio que en Venezuela intentan gestarse. De allí, la necesidad imperiosa de concienciar a todo el sector privado hacia una política de mayor sentido social, donde impere el bienestar colectivo y no la plusvalía capitalista. Suena muy utópico, la naturaleza lobuna del humano es más fuerte que el odio, sin embargo, apelando a los valores profesados por Cristo liberador, desde el enfoque social de la doctrina cristiana, el amaos los unos a los otros debe ser el imperativo, aunque hoy por hoy, gracias a esta ola de escasez y crisis financiera mundial, la consigna se convierte en “armaos los unos a los otros” (P. Esclarín, 2006).
La sociedad de la información debe responder a los intereses del pueblo y no a los intereses capitalistas. Las teorías de disociación psicótica de motivación al consumo, aplicadas por Edward Barneys en la publicidad, de poner los deseos por encima de las necesidades, se transfiguran en los formatos multimedia; la globalización se parece más a la expansión guerrerista del imperio romano (Hoy imperio norteamericano) y los avances tecnológicos van en detrimento de la raza humana; P. Esclarín (2006: 14) es contundente: “El inmenso poderío de la tecnociencia no fue capaz de acabar con los problemas de hambre y la miseria, ni se orientó a construir una auténtica ciudadanía planetaria (…) Se utilizó, más bien,para construir armas cada vez más terribles y sofisticadas, para levantar barreras y muros físicos, psicológicos y legales entre los pueblos, para contaminar y destruir al planeta”.
Finalmente insisto, para que haya una Revolución verdadera debemos ir acabando con las viejas estructuras, y eso comienza desde el lenguaje, por ello, apelo más a los términos sector productivo (que incluye a lo privado) y comunas (incluye a todos los sectores que conforman los colectivos humanos). De allí que la comunidad de la información en Venezuela debe comenzar a desmontar los discursos y estructuras lingüísticas del sistema dominador.
3.- ¿Cuáles deben ser las áreas temáticas centrales de una estrategia nacional para la sociedad de la información en el país, desde el punto de vista de su sector?
Como comunicador social, siento que la guerra de las ideas es un hecho concreto y real, es un auténtico terrorismo mediático que se ha impuesto en nuestras sociedades, disparando imágenes, palabras y significados que son más letales que misilazos, bombazos y cañonazos (Maldonado, 2009).
Sin duda alguna, la cultura, como viva expresión de la calidad de la educación, es un tema neurálgico a abordar dentro del plan nacional de desarrollo de la sociedad de la información. El Gobierno Nacional ha sido garante de este lineamiento a través de las misiones educativas y de la Universidad Bolivariana ; no obstante, las piedras de tranca que impone la visión aburguesada de una parte de población (en especial la clase Media, esa que se plasma en el poema de Benedetti), ha hecho que estos programas decaigan y pierdan calidad, asimismo, en honor a la verdad, la aplicación apresurada y poco planificada ha hecho que las mismas pierdan fuerza.
Sin embargo, la toma de conciencia por parte de todos los sectores, sean oficialistas u opositores, ha cambiado la dinámica en la arena política y ha permitido a la gente, sin importar su credo o condición, tomar la Constitución y pelear por sus derechos. De igual modo, la población ha asumido un papel más crítico ante los medios de comunicación social privados, no es la misma que se comía las mentiras de Napoleón Bravo o Martha Colomina.
Ahora bien, un tema que ha estado al tapete en estas últimas semanas ha sido el de regular o no la internet. Este es un tema muy polémico, complejo y diverso. En este sentido, comunicadores alternativos, vecinos, vecinas, estudiantes, debemos ocupar estos espacios, llenarlos con eventos, logros, autocríticas; los grupos sociales progresistas debemos apropiarnos de estos espacios, pues más que regularlos hay que ocuparlos, esta debería también ser una línea estratégica para contrarrestar el flujo de información tendenciosa y construir un nuevo imaginario en esa comunidad o sociedad de la información.
4.- ¿Cuáles pueden ser los mecanismos de financiamiento y los conceptos de sostenibilidad para la instalación y uso de las TIC en las diferentes áreas de la sociedad, como la transformación del sector público (gobierno electrónico) y de los procesos productivos, la inclusión social de toda la sociedad y la capacitación de recursos humanos?
Es un tema bastante enrevesado. Sobre todo cuando a recursos se refiere. El financiar implica un proceso de impulso a la productividad, pero es importante determinar cuán sostenible es un proyecto, puesto que es más importante saber la factibilidad a través del tiempo que el solventar la situación en un contexto dado. El concepto de sostenibilidad va asociado con el hombre y la mujer, a su actividad productiva para el desarrollo. Se habla del desarrollo aproximándose al hombre como centro del proceso del desarrollo, como parte de las causas internas, para hacerlo sostenible (Aguilar y Vivas, 2006).
De allí que se hace acuciante el componente ético en el manejo y distribución de los recursos para la consecución exitosa de los proyectos, por otro lado, hay que impulsar el sentido de pertenencia y arraigo, que implica, por supuesto, sentido de identidad, porque tristemente las TIC han impulsado desmesuradamente valores exógenos (entiéndase por este como la globalización); por ello, es esencial que se den procesos de identidad local, regional y local como muestra de soberanía, lo que teóricamente haría los procesos de sostenibilidad posibles para la promoción de valores endógenos.
Con respecto al sector público, he visto esfuerzos mancomunados por digitalizar procesos, tal es el caso del Servicio administrativo de identificación, migración y extranjería (Saime, antigua Onidex), donde algunos procesos se llevan en línea, inclusive se tiene un proyecto de cédula inteligente, entro otros. Asimismo el Ministerio del Poder Popular para la Educación ha realizado un esfuerzo por incorporar computadoras en la primera etapa de educación básica (Las Canaimitas). En fin, el proceso ha sido paulatino, pero no valdrá la pena si todos estos elementos tecnológicos se cosifican, es decir, se desvinculan del hecho humano.
Aguilar y Vivas (2006) plantean dos estratos: la infoestructura y la infocultura, y son categóricos al afirmar que es fundamental fortalecer la infocultura “para propiciar espacios de desarrollo endógeno en los cuales se usen las TICs como palanca de desarrollo”. Efectivamente, antes de promover cualquier iniciativa de gobierno electrónico es esencial fomentar y construir un proceso de infocultura, enmarcado, claro está, en el proyecto país, que no es otra cosa, que la construcción del socialismo.
5.- ¿Cuáles deben ser las prioridades de un programa de gobierno electrónico y modernización de la administración pública a través de las TICs?
Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción, lo decía Bolívar, inspirado, por supuesto, en su mentor Rodríguez, quien osadamente afirmaba que “La libertad se conquista con el conocimiento”. Parto de estos planteamientos, para justificar que en Venezuela campea una ola de analfabetismo tecnológico, quizá factores culturales, de costumbre, de desinformación.
Hace tiempo hubo una campaña de alfabetización tecnológica que buscó dar herramientas a la población para el manejo básico de las tecnologías; igualmente, la Compañía anónima nacional teléfonos de Venezuela (Cantv) ha realizado una labor importante de financiar equipos y poder democratizar el acceso a las tecnologías, pero estas iniciativas no surtirán efecto alguno, mientras que gran parte de la población no maneje con propiedad las TICs.
Otro factor importantísimo va asociado con la toma de conciencia, mientras la gente no manipule concienzudamente las nuevas tecnologías, estas serán meras sustancias psicotrópicas del entretenimiento y el ocio, en vez de ser verdaderas herramientas para el desarrollo sustentable y sostenible. Si en realidad el factor conocimiento y conciencia se vinculan, articulan, masifican y socializan podríamos entonces a hablar de la utópica infocultura.
6.- ¿Cuáles deben ser las prioridades para mejorar la formación, capacitación y creación de ambientes favorables para promover el aprovechamiento de la sociedad de la información y el conocimiento?
En primer lugar, invertir más recursos en la creación de espacios y condiciones propicias para el uso de las TICs en las escuelas, universidades y consejos comunales, suena muy utópico, hasta romántico, pero el dotar, darle los instrumentos a la población es prioritario para alcanzar el dominio tecnológico.
La dotación debe ir acompañada, por supuesto, de producción, de apropiación de tecnologías endógenas, esto se expresa en la creación de Venezolana de Industria Tecnológica (VIT), sin embargo, este hecho significativo pasa por debajo de la mesa y recibe poca cobertura informativa; la fabricación, ensamblaje, diseño, producción y distribución de tecnologías debe masificarse, socializarse. Así como crean centros robinsonianos de educación agropecuaria, deberían crearse Escuelas robinsonianas en tecnologías que trabajen articuladamente con estas empresas socialistas. Por otra parte, la creación de núcleos de desarrollo tecnológicos es acuciante, cada comunidad debería contar con uno.
Todos y cada uno de estos elementos deberían aprovecharse para ir construyendo una sociedad de la información y conocimiento, inspirada en los valores socialistas.
7.- ¿Cómo mejorar la normativa existente para incrementar el acceso y servicio universal de toda la población a las TICs, considerando los requerimientos del nuevo entorno de mercado, desarrollo tecnológico de la diversidad cultural?
Pienso que no es cuestión de leyes, este tema lo relaciono más a la toma de decisiones y aplicación factible de las políticas públicas. La Ley orgánica de ciencia y tecnología es un instrumento legal que le da dimensiones considerables a la puesta en marcha de planes y proyectos en materia tecnológica, sin embargo, el desconocimiento de este instrumento legal por parte de la población hace que los procesos en materia tecnológica se tornen más lentos.
Por otra parte, las autoridades y miembros del Ministerio de Ciencia y Tecnología deben vincularse más con las comunidades, grupos de base, pues si estamos hablando de servicio universal a toda la población, toda la información debe ir directo al seno de nuestra población, pero lamentablemente no hay instituciones ni organismos de enlace que permitan el acceso a este tipo de información.
La tarea es ardua, un principio esencial para afianzar la Revolución es el Socialismo Científico, en diversas ocasiones, el máximo vocero, Hugo Chávez, ha insistido en este aspecto. Amanecerá y veremos, mientras este proceso de aletargamiento tecnológico y desinformación sigan imperando costará alcanzar los principios de soberanía planteados en la constitución. Los esfuerzos en materia tecnológica hechos en el país son plausibles, arquetípicos en América Latina, sin embargo, el pueblo debe apoderarse de estos espacios para fomentar un desarrollo real.
FUENTES
Calimán González, Alexis (1990): “A 200 años de la revolución francesa: ¿cuál libertad? ¿cuál igualdad? ¿cuál fraternidad?” Editorial de la Universidad del Zulia, Ediluz. Maracaibo- Venezuela.
Flamarión, Ciro (1976): “El concepto de las clases sociales”. Editorial Ayuso. Madrid, España.
Maldonado, Alberto (2009): “La guerra mediática no conoce límites, ¿qué hacer?” Imprenta Nacional. Caracas-Venezuela.
Ochoa, Alejandro (2006): “Aprendiendo en torno al desarrollo endógeno”. Universidad de Los Andes. Mérida- Venezuela.
Pérez Esclarín, Antonio (2006): “Jesús: Maestro y Pedagogo”. Editorial San Pablo. Caracas, Venezuela.
supercastellania.blogspot.com
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