viernes, 9 de diciembre de 2011

La bomba de la indignación

 Por José Miguel Vivas.

(Basada en la protesta de los estudiantes iraníes en la embajada inglesa en Teherán, por las sanciones impuestas a Irán por su programa nuclear)

- ¡No somos enemigos, somos humanos! -

Grita el estudiante iraní, Majid Al Yasir mientras bate de un lado hacia el otro la bandera de su país. Frente a él, la gran muralla de ladrillos que guarnecen la embajada del Reino Unido en Teherán. Su cara es la representación del sentimiento que invadía al gran mar de estudiantes universitarios presentes: Indignación.

Los policías, ponen su dosis de violencia para calmar el alboroto, pero el método resulta ser tan volátil como encender un cigarrillo en una cámara de gas.  La algarabía va in crescendo. Amir Husein, otro estudiante iraní, lanza con furia una piedra al aire. Todos observan detenidamente, como si el tiempo en ese momento hubiese pasado con  calma. La piedra cae e impacta contra el vídrio de una oficina de la embajada. Con el sonido, el tiempo decide seguir su transcurrir normal y se oye un grito en persa: "¡Viva Irán. Muerte a Inglaterra!".

La bandera Inglesa que se izaba en el mástil del recinto fue consumida por la ira de los iraníes, transformada en fuego. Luego de ese acto iconoclasta, los insurrectos deciden hacer sucesivos los lanzamientos de piedras. Majid Al Yasir cree entonces justo colgar la bandera de Irán en el portón principal de la embajada, a modo de firma de los hechos.
Yo justo atrás,  un poco lejos del peligro y donde la mesura se mantiene estable  escucho:
- Por creernos peligros nucleares, terminaron detonando esta verdadera bomba - .

No hay comentarios: