Hay una lista, bastante importante, de verbos
que tienen dos participios pasivos: el regular, formado desde el español, y el
irregular, más directamente tomado del latín. Iniciados con la letra C, los más
importantes son: circuncidar, circuncidado y circunciso; cocer, cocido y
cocho; compeler, compelido y compulso;
comprimir, comprimido y compreso;
concluir, concluido y concluso;
confesar, confesado y confeso;
confundir, confundido y confuso;
consumir, consumido y consunto;
convencer, convencido y convicto;
convertir, convertido y converso;
corregir, corregido y correcto;
corromper, corrompido y corrupto. Lo
propio es que se utilice el regular como verbo y el irregular como adjetivo.
Ej.: Ojalá hubiera circuncidado al
niño; Es un judío circunciso.
.o0o.
El
adjetivo santo se apocopa antes de
nombres propios masculinos. Así se dice: San
Esteban, San Antonio, San Ramón, con tres excepciones: Santo Tomás (Tomé), Santo Domingo y Santo
Toribio. No se reduce antes de nombres comunes: Un santo mensaje, El santo
varón, El santo padre, El santo obispo.
.o0o.
Se
oye con frecuencia hablar de las Siete
Maravillas del Mundo Antiguo, pero pocos son capaces de recordarlas. Ellas
son: 1) Las Pirámides de Egipto, que
servían como tumbas de los monarcas, y se conservan las tres grandes de Gizeh,
llamadas por Herodoto: Kheops, Kefrén y Micerino; 2) Los Jardines Colgantes de Babilonia, erigidos por Nabucodonosor
para complacer a su esposa; 3) El
Mausoleo de Halicarnaso, sepulcro en memoria de Mausolo, Rey de Caria, construido por su
esposa Artemisa; 4) El Templo de Diana en
Efeso, cuya construcción duró más de 220 años; 5) El Coloso de Rodas, estatua gigantesca de bronce, construida por
Cares, discípulo de Lisipo, en el puerto de la isla, tras doce años de duro
trabajo; 6) La Estatua de Júpiter en la
ciudad de Olimpia, esculpida por el escultor Fidias, en el siglo V antes de
Cristo; y 7) El
Faro de
Alejandría,
construido, totalmente en mármol blanco, por Sostrato, a la entrada del puerto
de la ciudad, en el siglo III antes de Cristo.
.o0o.
Se oyen con
frecuencia entre políticos y comunicadores sociales expresiones como Veintiún casas, Treinta y un mujeres. No es así. Uno es el único dígito que tiene
la doble terminación para masculino y femenino. Debe, por lo tanto, decirse Veintiuna casas, Treinta y una mujeres.
titobalzas@yahoo.es http://twitter.com/ tbalzasantaella
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