Por Ángel Alberto Morillo
Lo total al ojo humano no
existe
Es una mera entelequia
Como la frontera de la
moral
Imposible demarcarla.
Por eso no sabemos
Quienes somos
Adónde vamos
De dónde venimos
Y aún así somos capaces
De juzgar y dividir al
mundo
Entre el bien y el mal.
Soy incapaz con todo esto
De saber si lo que hago
es bueno
Únicamente me culpo.
Solo sé que me toca
A los oídos me toca
De la mente sin saber
también
La mente me escucha
O al menos me toca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario